jueves, 4 de febrero de 2010

LECTURA Nº 7: TEORIA DEL DESARROLLO CAPITALISTA

El autor, Sweezy, analiza el término “economía política” , e intenta verificar si se trata de una ciencia social o no. En palabras del profesor Lionel Robbins, aunque no lo dice explícitamente, no reconoce la afirmación de que la economía política es una ciencia social. En la economía clásica fue una tesis admisible, sin embargo, con el paso del tiempo, este enfoque dejó de ser conveniente. Sin embargo, hay que decir, que la investigación de un economista moderno está muy relacionada con lo social, sobre todo “aplicando o utilizando el aparato conceptual de la teoría económica, se tropieza inevitablemente con las relaciones sociales”. Los conceptos económicos provienen del lenguaje corriente, despojados del contenido social y las categorías universales que aparecen “se aplican a toda clase de sistemas económicos”.
A continuación, Sweezy decide “abandonar el terreno de la doctrina aceptada” y pasa a analizar más detalladamente los problemas económicos abordados por Marx para “descubrir lo que se puede, si algo se puede, aprender” de él. Para empezar, hay que destacar la importancia del método en el marxismo. Marx era partidario del método abstracto-deductivo. Su método consistía en “avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando suposiciones simplificadoras en las etapas sucesivas de la investigación”.
La cuestión fundamental en el pensamiento marxista era la sociedad en su conjunto y el proceso del cambio social. Marx no quería explicarlo todo en términos económicos, sino que trataba de descubrir la relación recíproca entre los factores económicos y no económicos en el conjunto de la vida social.
Siguiendo el pensamiento de Hegel, subraya el concepto del conflicto entre fuerzas opuestas o contradictorias.”.
Marx nos dice que “el capital es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa”. Conforme a ello, la relación económica fundamental es la que existe entre capitalistas y obreros. En el “Manifiesto comunista”, Marx afirma que: “La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado”.
Sweezy alude al tema de la abstracción y explica por qué el marxismo debe ser considerado abstracto. La intención de la abstracción en ciencias sociales “no es nunca alejarse del mundo real, sino más bien aislar ciertos aspectos del mundo real para fines de investigación intensiva”.
Sweezy concluye comparando la actitud ante el capitalismo con la actitud ante el sistema solar. La mayoría de la gente da por supuesto el capitalismo y su desaparición le parece tan probable como el enfriamiento del sol, se niega su relación con los hechos contemporáneos. Desde este punto de vista se puede entender y criticar lo que pasa dentro del marco del sistema; pero no se puede entender y criticar lo que le pasa al sistema mismo. Sin embargo, para el marxismo, el específico carácter histórico y transitorio del capitalismo, es una premisa mayor, y es, en virtud de este hecho como el marxista puede, permanecer fuera del sistema y criticarlo.

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