domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Que es la ciencia?

Autor: G: Longo, en Manual de Economía Política.
¿Qué es la ciencia?
J. Schumpeter nos da la siguiente definición, en su Historia de su análisis económico, de ciencia: “Es ciencia cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzo consciente para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales (métodos o técnicas) y un dominio de los hechos descubiertos por estas técnicas.”
Vemos que esta definición es superficial ya que la finalidad del conocimiento y de la investigación científica consiste en descubrir las normas, es decir las leyes del universo empírico que rodea al hombre, la realidad objetiva en la que se halla inmerso.
El conocimiento consta de tres aspectos:
· Debe proporcionar una descripción de la realidad y al mismo tiempo explicarla. Debe reconstruir el esquema de desarrollo de la realidad en el que cualquier objeto aislado halle su lugar y explicación y no limitarse a configurar un mosaico de aspectos y propiedades dispares.

· Para que exista un verdadero conocimiento científico la realidad objetiva tiene que ser explicada a partir de ella misma, sin introducir elementos que le sean extraños, debe comprenderla y como nos muestra Hegel, la historia del conocimiento científico es en realidad, la historia de cómo la Humanidad ha explicado el mundo real; al principio atribuyendo a los fenómenos causas y relaciones fantásticas, para pasar más tarde a hipotetizar causas y relaciones reales, y así conocer las relaciones que se establecen objetivamente entre los fenómenos de la realidad. La aplicación de esto, a todos los fenómenos de la realidad, conducen directamente al materialismo filosófico.
Lenin define el concepto de materia como la realidad objetiva que existe con independencia de la conciencia humana y que se refleja en esta. Por ello la filosofía científica ha de ser forzosamente materialista y basarse en la necesidad de estudiar la realidad objetiva tal y como es, explicarla partiendo de ella misma, por ello, el marxismo constituye la primera concepción del mundo basada total y exclusivamente en la ciencia.
· El conocimiento nunca es, y no puede serlo, un fin en sí mismo. El hombre desea conocer el mundo para poderlo modificar de acuerdo con sus exigencias y necesidades. El pensamiento y la acción y el conocimiento y la praxis, constituyen una unión mediata a través de la cognición. El conocimiento que conduce a la cognición es premisa de la acción, mientras que la acción es el fin último del conocimiento. A través de la cognición, llegamos a lo real que será lo que nos permitirá la futura acción. Porque si conocemos la realidad antes o después surgirán los instrumentos técnicos que nos permitirán modificarla, mientras que ningún refinamiento técnico nos será de utilidad si carecemos de cognición.
La praxis es una acción colectiva mientras la investigación tiene un carácter individual, y el hombre que es un ser eminentemente social, coordina su acción con la de sus semejantes, pero el pensamiento no se puede coordinar con el de los demás porque a diferencia de la acción, no existe una manera colectiva de pensar. Pero hay que tener en cuenta que tanto la acción colectiva como el pensamiento individual son fenómenos sociales, no existen al margen de la sociedad humana y se diferencian únicamente por su forma de manifestarse.
Para Marx el individuo es el “ser social” y considera que cuando se actúa científicamente, es decir en cuanto a pensamiento individual, también se es social porque se actúa en cuanto a hombre, ya que nuestra propia existencia es actividad social,”porque lo que yo hago lo hago para la sociedad, y con consciencia de ser un ente social.”
El ser humano no se puede dedicar a un mismo tiempo a estos dos distintos aspectos de la actividad humana, en cada momento, seremos un hombre de ciencia o un hombre de acción pero nunca ambas cosas al mismo tiempo.
El hombre de ciencia, para tener éxito en su investigación, nunca debe preocuparse por las consecuencias prácticas de la misma, a diferencia de lo que ocurre con el hombre de acción, y además nunca deberá permitir que los prácticos obstaculicen su investigación ni le sustituyan en ella.
Pero el hombre de ciencia ha de indicar a los prácticos lo que deberían de hacer, si no se estará limitando a ser un ideólogo, una función practica que nada tiene que ver con la ciencia ya que en palabras de Einstein, “Ningún camino puede llevarnos del conocimiento de lo que es al conocimiento de lo que debería ser.”